La organización de este libro respeta el diálogo permanente entre la oferta tecnológica y la evolución de los usos.

Aporta al hombre contemporáneo, abrumado por constantes inventos, enceguecido por audiovisuales, algun respiro, alguna distancia, una perspectiva, que faltaba y hasta el eco completamente olvidado de antepasados que creíamos menos avisados: Florian, al abate Nollet, la propia María Antonieta, quien responde acerca de la linterna mágica, que duda mucho de sus felices efectos en la educación de Luis XVII sin hablar de Voltaire, que al manipular, sin precauciones el proyector, que es una simple lampara de alcohol, se quema las manos.

Encontramos en este libro lo que faltaba a nuestras impudicas innovaciones a nuestros mitos desvergonzados, relativos a la pedagogía, la comunicación, la información, el hecho de qué tiene sus raíces en la historia en los mitos, en lo imaginario.

Admitiendo que existen interacciones fuertes entre ella, el postulado es que una dinastía de técnicos se perpetúa en el terreno específico de las máquinas para la comunicación.